18/01/20 - Maceió

La historia comienza con una playa de fondo.
Despertando a las 7:00 de la mañana con un espectacular desayuno incluido. 30 minutos nos deparan de la experiencia inolvidable que se aproximaba, incluida la cantidad excesiva de protector solar.
Este comenzó con la increíble vista que proporcionaba nuestro crucero.

Comenzamos a dividirnos en grupos para hacer las actividades del dia (la dona, la banana, los restaurantes y las tiendas).
 Mi grupo fue hacer la dona y la banana, cómo era de esperarse. Y al finalizar esas actividades fuimos a almorzar a la orilla de la playa con la claridad espectacular con nos brinda su limpieza.

La verdad es que aprovechamos más para una tarde relajada, ya que tuvimos unos días anteriores con caminatas largas y exhaustivas. No pudo faltar el coco en la mano con la brisa de las olas.

Después de la maravilla de refrescar en el agua volvimos al crucero para ir al hotel. En el hotel continuamos la diversión con las energías que recuperamos.

Rápidamente fuimos al centro para hacer shopping, por el viaje de mañana. prosiguiéndose con un baile tipico brasileño, instrumentos antiguos que daban la esencia de lo tradicional de Brasil. Aprendimos a bailar con Sebastián (el intercambista mexicano). 
Y el día concluyó con experiencias inolvidables para todos.

Sebastián González el Guapo y Bas van Wijk